Las armas químicas entran en juego y la OTAN avisa

Para comenzar, he tomado como consideración el antecedente histórico sobre el uso moderno de armas químicas el cual comenzó con la Primera Guerra Mundial, cuando ambos bandos del conflicto utilizaron gas venenoso para infligir sufrimiento atroz y considerable número de bajas en el campo de batalla, dichas armas consistían esencialmente conocidas sustancias químicas comerciales introducidas en municiones habituales como granadas y proyectiles de artillería. Entre las sustancias químicas empleadas se encontraban el cloro, el fosgeno (un agente sofocante) y el gas mostaza (que provoca dolorosas quemaduras en la piel). Los resultados fueron indiscriminados y a menudo devastadores, se produjeron casi 100.000 muertes, es por ello que desde la Primera Guerra Mundial, las armas químicas han causado más de 1 millón de muertes en todo el mundo. 

Como resultado de la indignación pública, en 1925 se firmó el Protocolo de Ginebra que prohibió el uso de armas químicas en la guerra. Si bien fue un gran paso, el Protocolo presentaba una serie de lagunas significativas, tales como la falta de prohibición del desarrollo, la producción o el almacenamiento de armas químicas. Otro aspecto problemático es que muchos Estados que ratificaron el Protocolo se reservaron el derecho de usar armas prohibidas contra Estados que no eran partes en el Protocolo o como represalia en caso de que se utilizaran armas químicas contra ellos; durante la Segunda Guerra Mundial se usaron gases venenosos en campos de concentración Nazis y en Asia, aunque no se emplearon armas químicas en los campos de batalla de Europa. 

La Convención sobre las Armas Químicas permite una rigurosa verificación del cumplimiento de los Estados parte, la Convención sobre las Armas Químicas quedó abierta a la firma en París el 13 de enero de 1993 y entró en vigor el 29 de abril de 1997, es el primer acuerdo de desarme negociado dentro de un marco multilateral que contempla la eliminación de toda una categoría de armas de destrucción en masa bajo un control internacional de aplicación universal. 

A fin de prepararse para la entrada en vigor de la Convención sobre las Armas Químicas, se constituyó una Comisión Preparatoria de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) encargada de elaborar procedimientos operativos detallados y de establecer la infraestructura necesaria para el organismo de ejecución permanente dispuesto en la Convención. 

Como organismo de implementación de la Convención sobre Armas Químicas,
la OPAQ, con sus 193 Estados miembros, supervisa el esfuerzo mundial
para eliminar de forma permanente y verificable las armas químicas. 

Por último, con base a lo anterior he llegado a la conclusión de determinar que el uso de armas químicas por parte de Rusia es un crimen de guerra puesto que con anterioridad se había establecido que estaba prohibido su uso y representa una grave violación de la ley humanitaria internacional que exacerba el sufrimiento de la población civil al tiempo que consideró que es completamente inaceptable y constituye una amenaza a la seguridad.

https://as.com/diarioas/2022/04/12/actualidad/1649757477_675161.html

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